
Quizá casi nadie reparó en este otro grave problema. O tal vez aún no lo comprenden. La playa El Dorado está muriendo y la seguirán matando como lo hicieron con la bahía chimbotana, aquella visitada en antaño por turistas extranjeros, pero que hoy se ha convertido –valga el término- en una letrina.
Acá no hay cámaras de bombeo o buzones que arrojen directamente millones de aguas residuales al mar. El enemigo es silencioso. Cual cáncer, nadie lo ve hasta que empiezan a verse los efectos y cuyo tratamiento es más que costoso, doloroso y, a veces, incurable.
LAS GAVIOTAS
Lleva ese nombre en alusión a las gaviotas del distrito de Nuevo Chimbote, que por cierto cada vez son menos. Está ubicado en la entrada de esta ciudad, en el sur, y comprende 6 lagunas. Fue construido hace 8 años, pero mejorada en el 2005 con el proyecto P-25, que amplió las redes de abastecimiento de agua y alcantarillado y aumentó la capacidad de almacenamiento de las lagunas ante una población 105 mil habitantes.
Las aguas residuales de Chimbote son conducidas a la laguna de estabilización Las Gaviotas, que luego son distribuidas en las lagunas primarias y secundarias. Lo lamentable es que los trabajos del proyecto P-25 se realizaron sin estudios de impacto ambiental y las consecuencias ya saltan a la vista.
Todos los desagües son arrojados directamente al arenal, deteriorando el suelo y el subsuelo del sector. Esta situación ha generado la infiltración y contaminación de la napa freática, provocando afloramiento de aguas subterráneas que derivan en la salinización de terrenos aledaños y su inservible uso para actividades agrícolas.
Según un estudio de la ONG ambientalista Ecofuturo, diariamente se vierten 30 mil metros cúbicos de aguas residuales en los arenales, lo cual ha ocasionado, refiere la organización, un nuevo humedal en la Pampa Anconcillo, entre los humedales de Villa María y el aeropuerto, cerca de “El Dorado”.
MUERTE LENTA
Debido al tiempo de existencia de las aguas residuales en las lagunas de estabilización, sumado a los factores de diseño y condición de las mismas, los afloramientos han llegado al balneario El Dorado y ello ha desencadenado en un problema mayúsculo: la eutrofización.
¿Qué es eso? Es cuando las aguas se enriquecen en nutrientes como nitrógeno y fósforo y que a primera vista parecería bueno porque así podrían vivir más fácil los seres vivos, pero la situación no es tan sencilla. El problema es que si hay exceso de nutrientes, crecen en abundancia las plantas y otros organismos.
Más tarde, cuando mueren, se pudren y llenan el agua de malos olores y le dan un aspecto nauseabundo, disminuyendo drásticamente su calidad. El proceso de putrefacción consume una gran cantidad del oxígeno disuelto y las aguas dejan de ser aptas para la mayor parte de los seres vivos. El resultado final es un ecosistema casi destruido.
En buen castellano, la sobrepoblación de algas en este mar es consecuencia de la infiltración de aguas residuales. Y la abundancia que existe en la orilla de este balneario es la mejor prueba.
TRATAMIENTO
No es la panacea, pero es una alternativa de solución. Ecofuturo presentó la propuesta de un proyecto a fin de que sea considerado en el Prepuesto Participativo 2008 del Gobierno Regional de Áncash. El presidente de esta organización, Hermes Carvajal Cribillero, señaló que puede hacerse el reuso de las aguas residuales de “Las Gaviotas” en la reforestación con plantas de eucalipto.
“Se trata de la recuperación de 500 hectáreas de terrenos eriazos de la pampa Anconcillo para actividades forestales”, señaló Carvajal.
“El eucalipto actúa como bomba de agua para extraer la mayor cantidad de agua de la napa freática, evitando el afloramiento y la salinización, así como la extracción de nutrientes orgánicos, a fin de evitar la eutrofización. En ocho años se podría iniciar el primer corte”, planteó.
Para Carvajal, esto no demandaría mucha inversión e incluso el mismo municipio de Nuevo Chimbote podría implementarlo. Las autoridades tienen la palabra.
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